La actualidad política
viene cargada de informaciones y opiniones sobre la importancia del
buen uso de las herramientas democráticas que nos ofrece la
legislación española. Quienes hace unos días invocaban la
importancia de la Constitución española como único camino en el
digno fin de alcanzar la cohesión social y territorial, la repudian
ahora sin apenas darse cuenta, al no respetar y menospreciar el
carácter que otorga la misma a la democracia representativa como
sistema de funcionamiento.
Bajo la falsa bandera de
la legalidad se imploran elecciones y se pretende hacer ver una
ilegitimidad del nuevo Gobierno, este hecho está plenamente alejado
de la realidad política, social y legal.
No es verdad que nadie ha
votado a Sánchez, no es verdad que se haya usurpado el Gobierno al
Partido Popular, no es verdad que este Gobierno nazca de maniobras
oscuras. El nuevo Gobierno nace de las urnas, nace de la correcta
aplicación de una herramienta plenamente democrática recogida en
nuestra Constitución. Y este nuevo Gobierno, el Gobierno de todos
los españoles perseguirá como único fin la mejora del bienestar de
nuestra sociedad.
La Constitución y la
bandera no son patrimonio exclusivo de ninguna ideología, ni se
pueden evocar en nombre de unos u otros. Los ejes comunes y los
símbolos democráticos están ligados únicamente a la sociedad en
su sentido más amplio, y quien intente apropiarse de ellos como
muestra de patriotismo no sólo estará cometiendo un error, estará
atentando contra las libertades de los españoles.
La nueva realidad
política ha llegado y lo ha hecho de la mano del Estado de Derecho,
abrazado a la legitimidad moral y normativa. Ha llegado de manera
repentina y con el argumentario sin preparar para aquellos que creían
tener amarrado el futuro más próximo. Esa falta de argumentario ha
hecho que la salida más rápida y simplona fuese la escogida, patear
la Constitución y confundir a los ciudadanos intentando hacernos
creer que Pedro Sánchez es el nuevo Mauregato. Pero no, Sánchez no
pasará a la historia por haber usurpado el poder, si acaso, pasará
a la historia por poner al servicio de nuestro país una herramienta
que parecía hasta ahora inservible, la moción de censura. Y lo ha
hecho en un momento inmejorable, para limpiar nuestra imagen
internacional y frenar el hartazgo de nuestra sociedad.
David Álvarez
Secretario General de la
Agrupación Socialista de Pravia
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